Con el "plan de las 100 carreras", Alpine cae en la misma trampa que Abiteboul

Los grandes planes deRenault

En 2016, Renault regresó a la Fórmula 1 como equipo de fábrica. Tras haber disfrutado del éxito con Red Bull Racing como proveedor de motores entre 2010 y 2013, quería volver a ganar carreras con su propio nombre. El equipo recibió muchas críticas de Red Bull en 2014 y 2015, y su nuevo motor híbrido era muy inferior al de sus competidores, y los clientes de Renault también se lo hicieron saber.

Renault pensó que podía rendir mejor por sí misma y se embarcó en un nuevo viaje en la F1. En 2016, el viejo chasis de Lotus terminó noveno en la clasificación de constructores, antes de dar el primer paso hacia P6 en 2017 e incluso cuarto en 2018. Los tres primeros puestos estaban a la vista, y Abiteboul también lo vio. Lo único que pensó que le faltaba era un piloto estrella. El francés se buscó entonces a Daniel Ricciardo para aspirar a un puesto entre los tres primeros.

Sin embargo, un gran nombre resultó no ser todo lo que Renault necesitaba. En 2019, el equipo fue superado de nuevo por McLaren y en 2020 también por Racing Point. El revés sufrido por Ferrari en este último año hizo que el equipo se mantuviera en el quinto puesto de la clasificación de constructores. Sin embargo, nada cambió el panorama: Renault no era un contendiente.

Proyecto Alpine F1

A finales de 2020, parecía que Renault no quería conformarse con eso. Bajo la dirección de Luca de Meo (director general de Renault) y Laurent Rossi (director general de Alpine), se revisó completamente la estructura. Abiteboul fue despedido y se creó Alpine F1. Había que lograr el éxito bajo la marca de coches deportivos Renault y en 100 Grandes Premios. Entonces el equipo podría tener éxito.

Las fábricas de Enstone y Viry estaban firmemente establecidas para competir con los equipos punteros, y se contrató a Fernando Alonso, un nuevo piloto estrella, para sustituir al desaparecido Ricciardo. Sin embargo, el resultado en 2021 fue el mismo: quinto por detrás de los tres primeros y de McLaren.

2022 fue el año de la verdad con el nuevo reglamento para los coches. En Alpine, sin embargo, hubo agitación. Los dos jefes de equipo nombrados por Laurent Rossi, Marcin Budkowski y Davide Brivio (aún en activo en Alpine, pero con un papel poco claro) ya se habían ido y habían sido sustituidos por Otmar Szafnauer. Pat Fry ya estaba en activo en Renault desde 2019, pero no fue nombrado nuevo director técnico hasta principios de 2022, justo antes de la nueva temporada.

A pesar de todos estos cambios, los daños para Alpine no fueron demasiado graves. Consiguieron ganar un puesto a McLaren y acabaron cuartos entre los constructores. Disponían de un coche mucho mejor, pero el motor distaba mucho de ser fiable. Como resultado, perdieron muchos puntos potenciales.

Donde los equipos habrán esperado progresar, la realidad es la contraria. Alpine era claramente el cuarto equipo de la parrilla en 2022, pero ahora ha perdido ese puesto en favor de Aston Martin. Copiado o no, el equipo británico simplemente tiene un coche más rápido y está haciendo lo que Alpine llevaba años soñando: competir con los equipos punteros.

Mientras tanto, Alpine vuelve a caer entre dos puestos. Es más fuerte que el resto de equipos cliente, pero no se acerca a los equipos punteros. En clasificación, Esteban Ocon y Pierre Gasly son sistemáticamente los pilotos justo por detrás de los equipos punteros. En 2023, sin embargo, son cuatro con el ascenso de Aston Martin, dejando a Alpine que se apañe con las sobras.

En Australia, Alpine parecía estar por primera vez a la altura de Ferrari, Aston Martin y Mercedes, pero un extraño accidente entre Gasly y Ocon puso fin a esa situación. En una carrera en la que por fin parecía que se podían conseguir más puntos, McLaren se escapó con ellos.

Se necesita más dinero para un título mundial de F1

Es un tema recurrente en Alpine. Las 100 carreras parecían un buen plan, pero también lo parecía Abiteboul. Sin embargo, el problema del equipo es que choca contra un muro una y otra vez. De alguna manera, no puede dar el paso hacia la cima, y las finanzas juegan un papel importante en ello.

Alpine/Renault no quiere gastar las cantidades que gastan Mercedes, Ferrari y Red Bull Racing. Laurent Rossi declaró en el podcast Beyond the Grid que la diferencia se ha reducido debido al límite presupuestario, pero sigue existiendo. La cuestión es, ¿van a compensar la diferencia con esa brecha?

Si Alpine quiere eso, necesita algo especial. ¿Es Szafnauer la persona adecuada para ser director de equipo? ¿Es Pat Fry la persona adecuada para ser director técnico? ¿Y son Esteban Ocon y Pierre Gasly los pilotos adecuados para tener al volante? La respuesta a todas las preguntas parece ser "no", por lo que no es sorprendente que Alpine esté estancada detrás de los equipos punteros.

Aston Martin está demostrando que el paso es realmente posible. Dirigida por Lawrence Stroll, la escudería ha invertido mucho dinero en la fábrica, y con Fernando Alonso, tiene un piloto interno que puede hacer algo extra con un coche tan rápido. Del mismo modo, Mercedes dio el paso en el pasado con Toto Wolff. Argumentó a la dirección que si querían competir por los títulos, necesitaban más dinero. Ese dinero llegó con Wolff como jefe de equipo en 2013, y lo que dio de sí en 2014 es bien conocido.

Con o sin límite presupuestario, las inversiones de un equipo de F1 siguen siendo esenciales para ofrecer el máximo rendimiento. Alpine invierte, pero no en la medida en que lo hacen los equipos punteros. Por lo tanto, no es de extrañar que sigan colgados en el lugar detrás de esos equipos punteros, sobre todo teniendo en cuenta que también carece de gente especial en otras áreas.

Parece sencillo, pero si Alpine quiere realmente dar un paso adelante, tendrá que disponer de más dinero. Con ese dinero, hay que ocuparse de la fábrica, pero también hay que traer un "factor X", sobre todo en cuanto a pilotos. Si Renault no quiere aportar ese dinero, tendrá que ajustar sus ambiciones. De este modo, podrá esperar otras 1.000 carreras antes de que llegue un título mundial.